martes, 31 de mayo de 2011

Aguas de mi país


Aguas de la cascada
                  Cascada de la montaña
                                       Montaña de mi país
                                                              País del que nací…


                                                          


Volar para triunfar


Vuelo de victoria
               Victoria del triunfo
                                   Triunfo de logros…




Escribí con olor a rosas


Escribí en mi hoja
                     Hoja olor a rosas
                                       Rosas de mi jardín
                                                          Jardín encantado
                                                                     Encantado de magia…





Aliento


Tomé aire al fin
         Aire de aliento
                      Aliento de esperanza
                                       Esperanza de seguir…


domingo, 22 de mayo de 2011

Caminamos...


Caminamos al costado de lago, vimos el horizonte, nos maravillamos de la vista, nos reímos, nos divertimos…
Caminamos de vuelta a casa, vimos lo largo que era el camino, nos cansamos, continuamos el recorrido…
Caminamos a la par de nuestras palabras, hablamos hasta cansarnos, nos quedamos en silencio…
Caminamos en nuestra eterna juventud, soñamos nuestro futuro, dormimos en la noche, nos despertamos en con la luz de la mañana…
Caminamos de la mano, nos miramos, nos sonreímos…
Simplemente caminamos…


Vía...



Vía larga y angosta
Vía que lleva a la gran ciudad del antiguo imperio
Vía  llena de árboles y flores
Vía del sufrimiento
Vía que en un tiempo había muchos maderos a sus costados
Vía que desde sur se llega al norte
Vía en la que muchos viajeros transitaron
Vía imperial
Vía conocida como la reina de las calzadas
Vía romana
Vía Apia…
             
                      



              

sábado, 21 de mayo de 2011

El libro en blanco



Aquellos días, fueron muy agobiantes para Rosalinda. Fue una semana de muchos exámenes. Tuvo hasta tres parciales en un día.
La tarde del 12 de mayo, Rosalinda se dispuso a ir a estudiar a la biblioteca de su facultad. Ya que, allí había mucha tranquilidad y comodidad. La joven tuvo que cruzar todo el parque para ir a la antigua biblioteca. Cuando llegó, se dirigió a la mesa del fondo que daba justo al gran ventanal. Dejó su mochila en la silla y fue a buscar un libro de psicología. Buscó, buscó y buscó, pero no lo encontró. Se extrañó mucho por ello. Fue hasta donde estaba la bibliotecaria para preguntarle si sabia algo de ese libro. Pero, la señora García, le dijo que había sido prestado a un estudiante de quinto año.

Rato más tarde, Rosalinda estaba de vuelta en su habitación que rentaba en la universidad.
Ella necesitaba ese libro, era muy importante conseguirlo. Allí había datos que le servían para su investigación.
Pasaban los días y el estudiante de quinto año no devolvía, el tan deseado libro. Era la única biblioteca del país que tenía ese libro. No era un simple libro de psicología, era uno muy importante.
Rosalinda no era únicamente una estudiante de 22 años, que estudiaba Psicología. Ella, desde que era pequeña, supo que tenía que buscar ese libro. El caso es que para conseguirlo había que estudiar una carrera universitaria. Porque el libro estaba en biblioteca de la facultad de Psicología. Y solamente, los estudiantes y/o profesores tienen acceso a los libros del lugar.
Llegó el día 24 de mayo. La mañana había comenzado con una llovizna clásica de otoño. Hacia mucho frió en la ciudad de La Plata.
Rosalinda recién se levantaba, cuando tocaron la puerta. La muchacha, con algo de extrañeza, se dirigió hacia la puerta de su habitación. Se extrañaba porque casi nunca recibía visitas, ya que era una chica muy solitaria. Casi no tenía amigos. Abrió la puerta y encontró un paquete marrón en el piso que decía. “Acá está, el libro que buscabas”.
La joven no entendía nada. ¿Cómo podría ser que otros supieran lo que estaba buscado? ¿Acaso la querían ayudar?
Recogió el paquete, caminó un poco por el pasillo para ver si había alguien por ahí; como no había nadie volvió a su habitación, cerró la puerta y se sentó en su cama.
Se quedó pensando varios minutos. No sabía, no entendía que estaba pasando. Tenía miedo de abrir el paquete, sentía una sensación muy extraña en su pecho. Sin embargo, procedió a abrir el bulto marrón.
Cuando lo abrió, sus pensamientos volvieron doce años atrás.
De pronto, se encontraba en el living de su casa junto a su abuelo que le decía:
-    Rosalinda,  hace tiempo que te quiero hablar de algo muy importante. No te he hablado antes, porque eras muy pequeña para entender algunas cosas que te voy a decir. –Dijo el abuelo, Rafael, algo cansado.
-    Bueno, abuelo estoy ansiosa por escucharte- comentó Rosalinda.
-    En el mundo siempre hay secretos, en el mundo siempre hay misterios sin resolver, hay tantas cosas maravillosas que pocos tienen la posibilidad de vivirlas y disfrutarlas. Cuando seas mayor, tendrás que ir en busca de algo muy preciado. Pero no será fácil conseguir lo que tendrás que buscar. Habrá muchas dificultades en el camino.
-    Pero abuelo, ¿qué es lo que tendré que buscar?
-    Un libro mi pequeña, un libro muy preciado, que esta escondido en el lugar menos imaginado.
-    Querido nono, ¿no me puedes dar una pista de donde puede estar ese libro tan preciado?
-    Rosalinda, con el tiempo, pistas encontrarás en tu camino y vos sola las descubrirás. 
La cabeza de Rosalinda giraba a mil por hora. La estudiante de Psicología pensaba y pensaba. Todo era confuso. Lo que más le parecía insólito, era que le hubieran tocado la puerta y dejado el libro allí. “Seguramente, el estudiante de quinto año lo había  devuelto y la señora García se tomó la amabilidad de traerlo hasta su habitación”  pensó Rosalinda. “Es ridículo eso”. 
En la mente de Rosalinda, había dos historias importantes. La primera era el libro de su abuelo y la segunda el libro de investigación de Psicología.
Rosalinda miró la tapa del libro y leyó el titulo en voz alta: “Construya su vida, hoy y siempre”. Desde hace mucho tiempo, lo estaba buscando  Necesitaba presentar su trabajo, el 28 de mayo. Le quedaban pocos días para prepararlo.
La joven, cuando entró a la universidad, se acordaba de porque estaba allí. Su misión era conseguir el libro que su abuelo le había dicho. Al paso de los años, su abuelo le daba pistas sin querer sobre el paradero del libro. Estas pistas, salían a la luz. El día 13 de octubre de cada año. El nono, le escribía una carta dándole alguna que otra pista o le regalaba cosas. Como por ejemplo, sucedió en el cumpleaños número 18: le regalo un libro de introducción a la psicología. Ella sacó conclusiones o conjeturas de cual era su destino. Era ir a la Facultad de Psicología de La Plata.
Al pasar los años de facultad, Rosalinda metida tanto en sus estudios olvidó de porque estaba allí. Pero la mañana del 24, volvió a recordar. Por eso, estaba tan mareada y embrollada.
Después de leer el titulo del libro, lo abrió. Su contenido estaba en su mayoría en blanco, ya que en solamente había una línea en la primera página que decía:  “Solamente, tú escribes tu vida”.
Esto terminó de traumar a Rosalinda. Tendría que preguntar a alguien porque estaba ese libro en blanco. Entonces salió de la habitación y fue a preguntarle, al profesor Miguel, de este misterioso libro. Pues, ¿cómo podía hacer la investigación con ese libro vacío? El profesor Miguel, ¿la estaba charlando o era un chiflado?
Subió por las escaleras del pabellón de Psicología y se dirigió a la oficina del profesor. Llamó a la puerta, pero nadie la abría. Entonces ella la abrió. Cuando entró a primera vista, no había nadie. Pero cuando miró al fondo de la oficina, vio a un joven que estaba leyendo un libro.
-    Hola, disculpa ¿No has visto al profesor Miguel?
-    Ha salido, vuelve en dos horas ¿Necesitas algo?
-    Si, en realidad, le quiero preguntar sobre este libro.
Gabriel se levantó y fue a donde estaba la chica. La miró y le dijo:
-    Rosalinda, ¿verdad?
-    Si, ¿como sabes mi nombre?
-    Yo sé todos los nombres de este mundo.
-    ¿Cómo?
-    Es difícil de explicar, pero lo que te puedo decir es que has roto tu misión, aunque esta mañana te hallas acordado de ella.
-    No entiendo, ¿ A qué misión te refieres? ¿Te refieres a la misión de hacer la investigación para la cátedra de mi facultad? ¿Sí, es esa? Justamente, venia a hablar con el profesor Miguel, porque mi libro esta en blanco, exceptuando, la primera hoja que hay una frase. Entonces quería explicación, pero bueno como no esta volveré en un rato.
-                    Yo te puedo explicar sobre ese misterio.
-                    ¿En serio? Bueno, si sabes algo te escucho.
-                    Hace 12 años, tu abuelo Rafael, te explicó que algún día descubrirías un libro. Ese libro llegó a ti de la manera menos esperada. Vos te preocupabas por conseguir el libro para poder terminar el trabajo. Estabas nerviosa, querías conseguirlo, ya que pronto se acerca la fecha. Rosalinda, desde que tienes 10 años, tu abuelo te puso a prueba. Él te dio pistas, te guió y te instruyó para poder defenderte en las acciones de la vida. Especialmente, en la búsqueda del libro. Pero cometiste un error, te olvidaste de porque estabas acá. Sino te hubieras olvidado. El libro estaría con palabras y vos no estarías en la oficina del profesor preguntando semejante misterio. Estarías haciendo el trabajo de psicología.
Rosalinda estaba con la boca abierta. Si antes estaba confundida, ahora estaba choqueada.
-    Pero no tiene nada que ver el libro de psicología con el libro que algún día mi abuelo me habló
-   ¡Claro que tiene que ver! Hay una estrecha relación. El señor Rafael, no te dijo si sería simplemente un libro de psicología. Vos sola tenías que descubrirlo. Dios esta en las más simples cosas de la vida.
-    Entonces todo esto, lo de la investigación era una mascara, en donde yo la tenía que sacar y descubrir sola. Y luego, sacar conclusiones y pensar que había una relación con el libro de mi abuelo.
-    Claro, como bien dices. Sin embargo, tus ojos estaban tapados. Vos no solo viniste a estudiar aquí, sino a tentarte. Tu abuelo, te puso en el camino. Pero te desviaste.
-    Gabriel, ¿por qué me dices estas cosas? ¿Quién eres? No eres nadie para hablarme así. Yo no me desvié en ningún momento, solamente, he estado atareada en los estudios y no he podido concentrarme en lo de mi abuelo.
-    Es cierto que estabas estudiando, sin embargo no tenías que haber olvidado lo de tu abuelo. Y sí te desviaste. Yo te he estado vigilando, y un chico apareció en tu vida e hizo que te distrajeras.
-    ¡Ah, bueno! Lo último que faltaba que vos me estés vigilando. ¿Quién eres? No entiendo nada.
-    Rosalinda, soy tu ángel. La persona que te cuida.
Ahora si, Rosalinda no entendía nada, pero nada. Salió de la habitación sin decir más nada
Gabriel la alcanzó y le dijo:
-    No huyas de mí, déjame ayudarte. Todo tiene una explicación.
-    ¡Sabes, estás loco! Un ángel no puede estar acá entre nosotros. Déjame en paz.
 Se alejó de él. Pero Gabriel, otra vez, la siguió y la frenó.
-    No sabes nada de los misterios de Dios. Un ángel puede estar en todos lados. Por favor, déjame hablarte.
-    Esta bien, pero vamos a un lugar en donde no nos vean.
Rosalinda no podía creer lo que le estaba sucediendo. En el fondo se su corazón, le creía a Gabriel. Se puso a pensar mientras caminaban. “Esto puede coincidir con lo de mi abuelo”. Siempre quiso saber como era ese misterioso libro. Ella no comprendía porque haberse enamorado, fue el error del fin de la misión. Tenia que escuchar a Gabriel. Según él, era su ángel. Esto le fascinaba, pero a la vez la asustaba.
Se dirigieron a la habitación de Rosalinda. El ángel se sentó en la silla y ella en su cama.
-    Rosalinda, fuiste elegida para ponerte a prueba. No sientas que eso es malo, al contrario es una bendición de Dios que fueras elegida.
-    ¿Elegida, para qué?
-    Para ver si soportabas tener una misión de descubrir algún misterio de la vida, pero sin tentarte.
-     ¿Por qué yo?
-    Porque eres alguien importante. Todos somos importantes en esta vida.
-    Sin embargo, no termino de entender la falla de mi misión. Yo podía haber seguido normalmente en busca del libro.
-    Desde que eras pequeña estaba planeado que descubrieras el libro, pero dependía si te tentaras o no. Como te testaste, el libro no estuvo en la biblioteca cuando lo buscaste. No obstante, el estudiante de quinto año te lo llevó hasta tu cuarto. Pero sucedió algo curioso. El libro no estaba escrito totalmente. No estaba escrito porque fallaste, es decir te tentaste.
-    Gabriel, pero yo tengo sentimientos. No es pecado enamorarse. Eso no tendría que ser un impedimento para seguir con la misión.
-    Rosalinda, no entiendes lo especial que eres. Todo esto que te fue destinado, es para que puedas escribir sobre algunas verdades de la vida. Para que escribas que los seres humanos comenten errores y pueden solucionarlos.
-    Es decir, el venir a estudiar aquí, lo que me habló mi abuelo fue para que yo entendiera y me equivocara sobre las acciones de la vida.
-    Exactamente, por eso Dios te eligió. Él sabe que eres inteligente y que entiendes algunos misterios del mundo.
Rosalinda no lo podía creer. Ella nunca creyó ser alguien importante. Pero ahora lo sentía. Sentía lo hermosa que era la vida.
-        Enamorarte de Santiago, te sirvió para que aprendieras sobre los errores. Al final no fue tan mal como piensas. Fue clave para que vos escribieras tu historia. Todos la tenemos que escribir. Nunca olvides lo especial que eres. Yo siempre estaré para ayudarte en los errores y protegerte.
Al instante, Gabriel desapareció
Ella se quedó mirando en donde se esfumó el majestuoso ángel. En la pared de su habitación decía: “Nos vemos en la clase de quinto, Gabriel”.
Después abrió el libro y vio que estaba escrito totalmente. En la ultima página decía: “Ahora te toca a ti escribir la historia de tu vida. Dios te mandó a una misión de la cual aprendiste mucho. Por eso, quiero que escribas tus errores”

“Solamente, tú escribes tu vida”


                       

sábado, 14 de mayo de 2011

Una pequeña luz de vida


Las células se unieron
Formando una nueva vida,
Que algún día nacería.

Lup dup, Lup dup,
Lup dup… se sentía.

Movimientos extraños Se percibían.                        
Cada día crecía, crecía Y crecía.
Menos espacio había,
Más apretada se sentía.

En un momento a otro, el gran día
Llegaría…

Una pequeña luz se veía.
Segundos después, el llanto ocurría.

domingo, 8 de mayo de 2011

Los cabellos del flameante corcel


El fuego dorado de los cabellos del flameante corcel, hacia que a la distancia se viera una luz muy brillante.
La luz se veía desde kilómetros. Todas las miradas se posaban en ella. Lo más cautivante, es que cada vez se acercaba más y más, y mucho más.
El fuego se acercaba con mucha rapidez, nadie se animaba a dejar de verlo. Porque si lo hacías, es probable que tus ojos se cerraran y no pudieras abrirlos jamás.
Es de leyenda, el corcel de los cabellos dorados. Muy pocos lo ven en la vida. Los que tienen la posibilidad de verlo es porque son muy afortunados. Han hecho algo importante y gratificante.
El animal se acerca y se acerca. Llega el momento, frena te mira, da vueltas alrededor de los afortunados, larga los fuegos y sigue su camino.
El corcel te da calor para que puedas seguir con triunfos y logros de victoria.
Los fuegos son chispas de energía, chispas de valor, chispas de vida e ilusión.


Cronología de Julio Cesar

·           100 a. C – Nacimiento en Roma de Julio César. ·          82 a. C. – Escapa de las persecuciones de Sula. ·          81-79 ...