sábado, 30 de abril de 2011

Unión de amor y felicidad


Llegué al altar,
te miré y me enamoré,
aún más de ti.

Dos anillos se unieron, para
 nunca más separarse.
Dos almas se juntaron, para
marcar un destino jamás imaginado.
Nuestros corazones, fueron testigos           
de un latir palpitante.

Dios fue testigo de nuestro amor divino
y puro.
Dios nos dio la bendición, para que
nuestros caminos nunca se rompan.

Al finalizar, te miré, me miraste y nos besamos.
Un minuto después, nos separamos, nos dimos vuelta,
y emprendimos camino a la salida triunfal, que fue
el inicio de nuestra vida de amor y felicidad.

domingo, 24 de abril de 2011

La luz del mundo


Una roca, grande y pesada, se movía lentamente. Solamente, se escuchaba el sonido de la roca en movimiento. Por un momento los pájaros habían dejado de volar, las hojas habían dejado de moverse, los animales estaban expectantes ya que, algo extraordinario iba a suceder. Todo se había vuelto silencioso. En el aire se percibía una extraña intranquilidad o quizás no, a lo mejor, era una extraña felicidad. El evento, más importante, estaba por suceder.
La luz de la esperanza iba a renacer, la luz de la gloria iba a resucitar, la luz del amor iba a triunfar contra el mal.
De pronto, la gran roca se abrió y la luz del mundo resucitó.
Este acontecimiento había sido predecido y él había dicho que al tercer día se levantaría de entre los muertos. Justamente, eso ocurrió.
Luego todo volvió a la normalidad. Los pájaros siguieron volando, las hojas siguieron moviéndose y los animales siguieron con lo que estaban haciendo. 


martes, 19 de abril de 2011

El dolor de un amigo


Fuiste recibido como un rey, pero después fuiste su esclavo.
Amigo fuiste escupido, humillado, azotado y por último crucificado. Todo lo hiciste por mí. No te importó que el hierro traspasara tus manos y pies, no te importó que te pusieran como un cartel para que todos te vieran, no te importó nada, no te importó porque me amaste y me seguís amando.
Pero a mí si me importó. Porque a mi me dolió en el alma. Yo no soy como vos. No hubiera soportado semejante humillación. Pero me enseñaste a tener la cabeza levantada y recibir todos los golpes de la vida. Como vos recibiste, ese día viernes, hace 2000 años atrás.
Cada año, cuando se acerca la fecha de recordatorio de tu pasión. Tus dolores llegan hasta mi corazón. En mis sueños, lo vivo en carne propia. Es una tortura que a veces no aguanto, pero no importa siempre sigo adelante.
Tu dolor se transforma en mi dolor. Y lo siento como vos.
Tu dolor me hace caer, pero luego levantar.
Tu dolor me hace sufrir.
Tu dolor es... una bendición.
Lo único que sé es que después de la tormenta sale el sol. Es decir, después de tu muerte hubo resurrección. Y eso es lo bueno de esta historia tan maravillosa. Es la historia de tu vida que tanto me cautivó y me seguirá cautivando.
Amigo, tu dolor es mi dolor que llega a lo profundo de mi corazón. 

martes, 5 de abril de 2011

El nacido del linaje de Venus

 
Tu linaje es legendario,
viene de los dioses.
Nadie nunca te ha igualado
algunos te han imitado,
 pero fracasaron en el intento.
Como aquel que una vez fue
emperador de Francia.
Fuiste su inspiración, sin embargo no te
llegó ni a los pies.

En tu sangre corre, la sangre de
los dioses. Muy especialmente
de Venus. La inigualable Venus.

Siempre defendiste con orgullo tu linaje, con
el conquistaste nuevos territorios
para el imperio romano.
Fuiste un líder a imitar.
Pusiste mucho empeño en el arte de
la guerra.
Fuiste un gran estratega.

Tus palabras fueron de anécdotas
a lo largo de los siglos.
Aparte de líder militar, fuiste
un gran señor de las letras.
¡Amante de ellas!
Tu obra vive hasta nuestros días.

Tu nombre es leyenda. Una leyenda que
alguna vez fue realidad.

Tus aventuras amorosas quedaron en la
historia.
Hasta el Nilo cruzaste con tu
amante más famosa.

Te avergonzaste ante la estatua
de Alejandro.
Sin embargo, vos hiciste tu parte.
Y fue la mejor de todas.

El pueblo de Roma te amó, a diferencia
de Sila que el pueblo lo odió.

Fuiste el mejor, fuiste
Cayo Julio César.
Él de la gens Julia.
Él de una familia patricia de
origen humilde.
Con el tiempo hiciste honor a tu
gens. 

Fuiste simplemente César.
El César que cruzó el Rubicón y
dijo “La suerte esta echada”

Fuiste Cayo para tu familia.
Fuiste Julio para otros.
Pero para todos fuiste, sos y seras…
Cayo Julio César.

             

Cronología de Julio Cesar

·           100 a. C – Nacimiento en Roma de Julio César. ·          82 a. C. – Escapa de las persecuciones de Sula. ·          81-79 ...