El soplar de Dios

Viaja desde muy lejos, nace de la naturaleza.

Viaja por muchas ciudades, abarca muchas de ellas.

Se mete por las ventanas, por las rendijas de las puertas, por las chimeneas, por muchas partes.

Su sonido es muy particular, es un silbido natural.

En las noches de tormenta, asusta a los que duermen, produce intranquilidad.

Cuando esta enojado, es muy fuerte.

Cuando esta tranquilo, es muy suave.

Todo depende de su humor.

En algunas ocasiones, lo acompañan las lágrimas de Dios. Los dos hacen un dúo muy especial. Son compañeros y amigos desde siempre. Cuando se juntan hacen estragos en las ciudades o pueblos.

Es…

Es soplar de Dios,

Es soplar de la vida exterior,

Es el soplar de la naturaleza,

Es, el rey del soplar, el viento.

Lila

A la mañana cuando apareces

y la tarde cuando te escondes,

me acuerdo de ti, Febo,

Nunca me olvido de las canciones

de tu lira, ni el arco de tu flecha dorada

que entró en mi corazón.

También recuerdo de ti, Febo, los laureles

que rodean tu cabeza, laureles brillantes como

el mismo sol, laureles bellísimos como ti, Febo ¡Como

ti mi amado Febo!

Recuerdo esa mañana, en que me

 iluminaste de besos, recuerdo que produjiste

fuego en las colinas de Marte,

recuerdo que a lo lejos todo era muy radiante.

Terminaste de besarme y me ensañaste

 a lanzar flechas, me gustaba cuando

me hablabas y me enseñabas.

El tiro fue perfecto. A una velocidad

indescriptible y palpitante, la flecha llegó

 a su destino: el árbol donde nos enamoramos,

o mejor dicho el árbol donde me enamoraste.

Recuerdo que bajaste de tu carro dorado, hecho en el

Olimpo exclusivamente para vos. Te bajaste

y me conquistaste.

Febo, dios de las artes, las letras

y la música, con tus palabras me conquistaste.

Febo, Febo, Apolo, Apolo, Sol, Sol…

No importa como te digan,

no importa como te nombren,

no importa como te invoquen,

no importa como te describan,

no importa el nombre.

Siempre te recuerdo, nunca te olvido. Dios del

Olimpo, Dios de las artes.

Febo, febo…

Apolo, Apolo…

Sol, Sol…

Nunca olvides de la flor que conquistaste, o sea yo,

    o sea tu princesa de la Tierra, simplemente Lila,

tu amada y querida Lila.

Con camperas, guantes y bufandas.

El frío se siente por todos los rincones de la ciudad. Las camperas, los guantes y las bufandas salen corriendo del placar para reunirse con nosotros. Salen corriendo para darnos mucho calorcito.

Con camperas, guantes y bufandas salimos a las calles de la ciudad. Nos sentimos como osos con tanto peso encima ¡Esto quiere decir que llego el invierno! La estación más triste del año.

El viento, las temperaturas bajas, la escarcha, la nieve, el frío, todo esto es el invierno.

Lo más lindo para soportar el invierno es pasar una tarde cine amigos en el cine, viendo la película del momento. ¡Eso si! Con camperas, guantes y bufandas.

Con camperas de todos los colores podemos ir al cine,

Con bufandas de todas las formas podemos ir al cine,

Con bufandas de todos los tamaños podemos ir al cine. No importa el color, la forma o el tamaño. Lo importantes es compartir el momento y disfrutarlo.

Llegó junio, pero ahora se termina; falta julio, que ya empieza; falta agosto, que todavía ni asoma; y falta todavía la mitad de septiembre, que ni siquiera hay noticias.

Es muy largo, éste invierno. Pero con camperas, guantes y bufandas se supera.

Solamente corro

Libre corro, corro y corro por los caminos que llevan a un más allá. No se sabe que hay más allá. Puede ser un lago en donde hay cisnes blancos, puede haber muchas flores, puede estar llenos de aves azules, puede…haber tantas cosas.

Suelta, corro, corro y corro para llegar a un lugar. Donde nadie lo puede encontrar. Sólo yo sé su ubicación. Esta muy lejos, bien lejos, para que nadie lo pueda hallar.

Esperanzada corro, corro y corro. Tengo la esperanza de buscar y conseguir lo que quiero, tengo fe, tengo luz en el recorrido, tengo sueños que cumplir.

Yo, solamente, correré y correré hasta ver el mas allá, en donde esta mi verdadera realidad.

Música romana antigua