sábado, 19 de marzo de 2011

Un día sale el sol y otro día esta nublado



Hay momentos en la vida en que siempre vemos brillar el sol. Hay otros momentos en que hay tormentas con lluvia, vientos fuertes, vientos favorables, lloviznas, truenos, sol con lluvia, o simplemente esta nublado.
A veces sentimos que todo se viene encima y que todo se va a terminar. La impotencia, muchas veces, hace que cometamos errores. Y no sabemos como continuar…
Un día el sol brilló. Al otro día el cielo se nubló. Esos cambios de tiempo afectan nuestra vida. Hace que nos sintamos bien y otras veces tristes. Pero siempre hay que mirar hacia adelante.
La mirada de alguien resplandeció un día martes. Todo fue como el sol brillante. Sin embargo, dos días después su mirada fue distinta. Miró y el cielo se nubló. Ese cambio, no se entiende. En muchas ocasiones, nos preguntamos porque pasa eso. A lo mejor, fue sólo un reflejo, pero su mirada fue clave para que otra persona comprenda su significado. Ese significado puede tener varios nombres: indiferencia, no quiere hablar, rechazo o simplemente no se dio cuenta.
La luz del sol tiene que volver. Seguramente, hay una explicación.
El cambio de tiempo hace que otros se sientan diferentes también. Afecta a las aves, a las plantas y principalmente a las personas.
Los cambios de tiempo son como sentimientos que todos tenemos: amor, tristeza, alegría, sorpresa, nerviosismo, etc. Tantas cosas pueden significar.
Lo que hay que decir al mundo. Es que, una mirada, hizo que un día el sol brillara y otro día el cielo se nublara.
Muchas veces nos podemos confundir. No sé sabe, pero a lo mejor la mirada fue un simple reflejo, que se interpretó de una manera distinta.  Pero se sintió cómo un día nublado.
La mirada del ser humano proyecta muchas cosas. Principalmente, demuestra sensaciones que se sienten muy en el fondo de nuestro ser. Por ejemplo: un día, una chica saluda a su compañera de estudio y esta le pregunta sobre algunos libros que hay que comprar. Su compañera le habla, pero la chica no le presta atención. Detrás de su compañera hay un muchacho. La chica lo mira unos segundos, él también lo hace, ella levanta la mano para saludarlo, pero él gira inmediatamente la cabeza. La mirada de él fue extraña y la de ella fue de confusión y sorpresa. La chica no entiende porque esa mirada, se trasformó en una cachetada por parte del chico. Como muchas veces se dice: “una mirada dice más que mil palabras”
Esta mirada hizo que el día de la chica se nublara. Ya que, en otras ocasiones el cruce de miradas fue como la luz del sol, brillante y resplandeciente.
No hay que desesperarse. El sol siempre sale en nuestras vidas. Y siempre hay una explicación para esas miradas que invaden nuestra mente de pronósticos terribles.  








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