Miró el cielo de la campiña romana, asustada corrió detrás de los arbustos. Alguien venía, se sentían los pasos de un caballo a trote. Ella, cada vez mas cerca, los escuchaba. ¿ De quién podría ser?, se preguntó a si misma.
De pronto, no se sentía nada. El silencio había invadido el campo, que estaba lleno de uvas.
Antonio la agarró y le tapó la boca y le dijo:
- Flavia, no te escapes de mi. Te amo con todo mi corazón.
Ella asustada intentaba salir de sus brazos que la apretaban con toda la fuerza.
- De ti, no escapo. Es de otros hombres. Me quieren capturar.
Los dos subieron rápido al caballo y huyeron para no volver jamás.
Huye cuando puedas...
Vuela cuando puedas...
Escápate cuando puedas...
Vete cuando puedas...
Solo deja ir tu corazón con quien lo esta mandando. Ama y seras amado. Escucha tu corazón y el te guiara a donde sea...
Ama para ser amado...
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